Rigel en Inglaterra

miércoles, marzo 01, 2006

El dulce sabor de la venganza

La noche pasada me desperté a eso de las tres de la madrugada con mucho escozor en los pies. No era falta de higiene, era que estaba sirviendo de desayuno a las mascotas de la casa. Era tan molesto que no podía volver a dormir. Me levanté, fui al ordenador y me puse a leer un libro electrónico [1]. A eso de las cinco, aprovechando que mi hermana se levanta a esa hora para ir a trabajar, volví a la cama con la firme resolución de mandarles saludos cariñosos a nuestras mascotas cuando amaneciese.

¡Qué glorioso placer encontrarlas soñolientas tras una noche orgiástica de desenfreno alimenticio! Estaban todas gorditas y de un sano color rojo brillante. Sus cuerpecillos rechonchos hicieron ¡pop! como el papel de burbujas cuando lo estrujas entre los dedos. Morid, hijas de puta.

Ah, ya me siento mejor.

2 Comments:

  • jajajajaja

    "n00b to pr0"

    Tremendo libro ese.

    PS: Perdona que utilice el link de mi nombre como medio totalmente no-ético de ganar puestos en el page-rank de Google ;-)

    By Anonymous Anónimo, at 3:18 p. m.  

  • Jeje. Es que la interfaz gráfica de Blender es espantosa para los novatos como yo. Con decirte que los objetos no los seleccionas al pinchar sobre ellos con el botón izquierdo...

    By Blogger Rigel, at 9:21 p. m.  

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