Rigel en Inglaterra

miércoles, abril 02, 2008

Llegamos a Toronto

Ayer fue un día largo y lleno de nervios. Nos levantamos a las seis para sacar el colchón y otro par de muebles a la calle para que lo recogieran los empleados del ayuntamiento. Tras comprobar que el piso estaba igual que cuando llegamos a él hace dos años tomamos un taxi al aeropuerto.

El taxista flipaba con la cantidad de equipaje que llevábamos. Tuve que explicarle que no era un viaje sino que nos mudábamos a Canadá. El viaje en avión duró unas ocho horas, algo más de lo esperado por culpa del viento. El aterrizaje fue movidito y Mayu tuvo que ir al aseo a echar la pota (no fue la única).

El papeleo de inmigración no fue problema. Los agentes que nos atendieron eran amables y educados. Nos informaron de las condiciones bajo las cuales podemos permanecer en Canadá. Es bastante distinto a la Unión Europea, en la que vivir en cualquier lugar y cambiar de trabajo es mucho más sencillo.

Una advertencia si váis a visitar Toronto: cuando salís a recoger el equipaje os encontraréis una desagradable sorpresa. Los carritos para transportar las maletas no son gratis. No sólo eso, sino que se os echarán encima diez "botones" queriendo ayudaros por el módico precio de 10 dólares más el 20% de propina. Estábamos dormidos, molidos y cargados como abejas así que aceptamos la mordida.

Antes de venir habíamos reservado una suite en apart-hotel cerca del centro. Sale mucho más barato que un hotel y tiene cocina, con lo que no tenemos que comer todo el rato en restaurantes.

Aunque estábamos agotados anoche al llegar al apartamento decidimos dar una vuelta por los alrededores para tener una primera impresión de la ciudad. ¡Y tanto que impresiona! ¡Se puso a nevar! Los árboles todavía no han despertado del invierno y se encuentran todavía montoncitos de nieve vieja en las calles.

Por lo menos logramos nuestros objetivos: algo para desayunar, un adaptador del enchufe para mi portátil y sobre todo un mapa, que es lo primero que debes conseguir cuando llegas a una ciudad desconocida.

Hoy iremos al corazón de Toronto para conseguir la tarjeta de crédito y los papeles de la cuenta bancaria que abrí en Canadá gracias a los servicios internacionales de mi banco en Inglaterra. Si tengo mucha mucha energía esta tarde visitaré las oficinas de ATI. Están a unos 20Km del centro de Toronto, así que os podéis imaginar el coñazo de llegar hasta allí.

Os mantendré informados. Creo que Mayu se está despertando al fin.